viernes, 24 de julio de 2009

Acelga: la vitamina verde



La acelga es una de las hortalizas más populares y nutritivas que podemos encontrar en el mercado. Originaria del mediterráneo, esta planta de hojas verdes destaca por su gran cantidad de componentes beneficiosos para el organismo y su ausencia de grasas y calorías. Los árabes fueron quienes generalizaron su cultivo; hoy, las plantaciones de esta verdura se extienden por Europa y Norteamérica.

Las acelgas son muy resistentes a las temperaturas extremas, sobre todo a las veraniegas, por eso las cosechas suelen abundar en verano y en otoño. Sus hojas son muy verdes, lisas y grandes, y ofrecen al cocinero gran versatilidad a la hora de elaborar platos muy nutritivos.

Existen en el mercado diferentes tipos de acelgas, las Ruby Chard y las Rainbow Chard tienen las pencas rojizas y gruesas, mientras que las variedades Silver Chard o Seakale Beet disponen de hojas muy verdes y arrugadas y pencas más blancas.


Se pueden distinguir dos partes en las acelgas: la hoja verde y fina y la penca blanca y más dura. A la hora de cocerlas, lo mejor es separar ambas partes, ya que requieren distintos tipos de cocción. La vitamina C presente en la acelga desaparece en grandes cantidades tras la cocción, por eso es bueno tomar de vez en cuando la acelga en ensalada, siempre que sea una planta joven (las hojas viejas dan un toque amargo).

El sabor de la acelga es ligeramente más suave que el de la espinaca. Normalmente se come hervida o al vapor, rehogada con ajo o aliñada con aceite de oliva, vinagretas o mayonesa. Además, cuando la nervadura de la acelga es muy grande, la penca se puede utilizar para rebozar o rellena. Las acelgas también son un ingrediente perfecto para sopas, cremas y purés de verdura, complementando su valor nutricional. 


En dietas de adelgazamiento es habitual tomarlas hervidas o al vapor. Su gran contenido en fibra convierte a esta verdura en la mejor aliada para problemas de estreñimiento. Gracias a su alto contenido en agua es beneficiosa en casos de hipertensión y por su poder diurético ayuda cuando existe retención de líquidos. No conviene olvidar que las acelgas contienen gran concentración de oxalatos, por lo que deben tomarse con moderación en caso de padecer cálculos biliares.
Aunque su contenido en hidratos de carbono y proteínas es bajo, este producto posee importantes cantidades de vitaminas y minerales. Sin duda, las acelgas son, sobre todo, ricas en potasio, un mineral esencial para eliminar toxinas, gracias a su efecto sobre la función renal. El potasio, además, es fundamental en el sistema nervioso y cardiovascular, además de ayudar en el almacenamiento de carbohidratos y su posterior transformación en energía.

 Cuando más verde es la hoja, mayor cantidad de vitaminas poseen las acelgas. Después de las espinacas, esta verdura es la más rica en calcio, aunque tampoco se puede obviar la cantidad de magnesio que almacena. También es una excelente fuente de ácido fólico o vitamina B9, esencial para embarazadas, ya que evita la aparición de malformaciones en el bebé. Asimismo, este alimento es rico en vitamina C, aunque sus cantidades disminuyen mucho con la cocción.

Con información de: platodeldia.com

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